El 15 de septiembre se celebra el Día Europeo de la Salud Prostática con el objetivo de concienciar a todos los ciudadanos sobre la importancia de realizarse revisiones periódicas para prevenir e identificar las enfermedades de la glándula prostática.
El diagnóstico precoz es fundamental para lograr la adecuada calidad de vida. La preocupación por la salud del varón es creciente.
La consulta al urólogo debe ser una cita anual, porque los controles habituales permiten que más del 90% de los problemas de próstata se detecten a tiempo.
Pretendemos informar a la población general, a las autoridades y a los profesionales sanitarios -médicos de familia, geriatras y urólogos- implicados en estas enfermedades, sobre lo importante que es el diagnóstico precoz y el tratamiento para prevenir e identificar las enfermedades de la glándula prostática.
El Dr. López Alcina, especialista en urología y con amplia experiencia en este campo nos orienta en diferentes cuestiones de salud que preocupan al varón
Fundamentalmente la prostatitis, la hiperplasia benigna o HBP (crecimiento benigno) y el cáncer de próstata.
Las infecciones urinarias son más frecuentes en la población infantil (sobre todo en menores de dos años) y en los mayores de 65 años. La incidencia en el grupo de edad más avanzada, el factor más importante es la obstrucción urinaria producida por el crecimiento prostático (tanto de origen benigno como maligno). La prostatitis aguda es un cuadro infeccioso severo y requiere un diagnóstico y tratamiento precoz.
La HBP suele manifestarse a partir de los 50 años y a esa edad la mitad de la población ya manifiesta algún síntoma relacionado. A los 80 años el 80% de la población masculina tiene HBP.
El cáncer de próstata es el segundo tumor más frecuente en el hombre, pero afortunadamente la mayoría de los pacientes que diagnosticamos en la actualidad tienen tumores poco agresivos y son curables o solo van a requerir una vigilancia a largo plazo.
La infección urinaria puede acompañarse de prostatitis aguda que causa malestar general, fiebre y escozor o incluso dolor al orinar.
La HBP cursa con síntomas relacionados con la dificultad para vaciar (disminución del flujo urinario y vaciado incompleto sobre todo) y síntomas irritativos (frecuencia y urgencia miccional así como necesidad de levantarse por la noche a orinar).
El cáncer de próstata no suele dar síntomas y se aconseja un diagnóstico precoz en pacientes de riesgo.
En general podríamos decir que las infecciones urinarias y la prostatitis son más frecuentes en la primera mitad de la vida, la HBP en pacientes de edad media y el cáncer de próstata en pacientes mayores (a partir de 65-70 años).
Por supuesto que la prostatitis requiere tratamiento antibiótico, si es de origen infeccioso.
La HBP se puede manejar inicialmente con consejos y modificación de estilos de vida en sus primeras etapas, fármacos cuando la sintomatología empeora y cirugía si aparecen complicaciones o la sintomatología es rebelde al tratamiento médico. Las técnicas quirúrgicas actuales permiten tratar de forma poco invasiva a la mayor parte de los pacientes. De unos años a esta parte se han desarrollado nuevas fuentes de energía (laser, resección bipolar…) que hacen que de la cirugía de la HBP sea eficaz y segura.
En el cáncer de próstata la detección y el tratamiento precoces aumentan las perspectivas de curación ya que aunque no hay forma de evitar el cáncer, sí hay manera de prevenir que cause daños mayores por progresión.
Aunque a nivel mundial es el segundo cáncer más diagnosticado en los hombres, en Europa y España es, desde hace unos años, el primero en número de diagnósticos (436.500 en Europa en 2012 y 32.641 en España en 2014).
En el año 2012, España presentó una tasa de incidencia ajustada a la población estándar europea ligeramente inferior a la media europea (103,4 versus 110,8 por 100.000).
Como ya he comentado no suele producir síntomas, si bien es cierto que en sus fases más avanzadas a veces se presentan anemia severa, sangrado al orinar, dolor óseo y obstrucción urinaria.
Se utilizan diferentes marcadores tumorales (sobre todo el PSA), pruebas de imagen, la biopsia prostática… Cada vez más se torna más importante caracterizar correctamente el tipo de tumor para proponer un manejo o tratamiento adecuado. No todos los pacientes con cáncer de próstata han de ser necesariamente operados o radiados. En un amplio porcentaje de casos se pueden beneficiar de una simple vigilancia y en caso de requerir un tratamiento activo en su mayor parte son curables.
Situaciones de stress, determinadas enfermedades o ciertos medicamentos pueden influir en el hábito miccional. Al consultar debe comunicar estas circunstancias al urólogo.
Aviso
Desde el día 20 de febrero les comunico el cambio de domicilio de mi clínica al Hospital IMED de Valencia, donde será un placer seguir atendiéndoles
- Dr. Emilio López Alcina
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